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Toxina botulínica Vs Ácido Hialurónico

10:53:00 a.m.


Productos de belleza

Hoy vamos a dedicarles el espacio a aquellas personas que han probado con todo tipo de truco o crema, y no han conseguido domesticar ese par de arruguitas que aparecen, justo en el momento en que uno se mira en el espejo, como por arte de magia. Hagamos un recorrido por el mundo del Botox y el Ácido Hialurónico. Pero, ¿qué son exactamente, cuáles son sus diferencias?


El Botox, o toxina botulínica así como el ácido hialurónico se emplean en pieles maduras, a fin de rejuvenecer el rostro. Ambas sustancias cumplen funciones anti edad. El Botox es popularmente conocido, por su aplicación, en modo inyectable, mientras el ácido hialurónico, puede ser indicado también, en formulaciones de uso tópico. 

Diferenciándose, entre ellos, por sus componentes y protocolos, o indicaciones.
Botox. Es una proteína que se extrae de una bacteria conocida técnicamente como Clostridium Botulinum, luego de pasar por purificaciones y diluciones en laboratorios calificados, garantizando alto margen de seguridad para ser aplicada.

La propiedad por excelencia, de la toxina botulínica, es la de inhibir la conexión neuromuscular, generando una parálisis selectiva y controlada del músculo tratado relajándolo, durante un período que va de los 3 a 6 meses. En ese espacio, se regenerará la conexión y el efecto anti edad logrado, dejará de percibirse. El Botox es usado comúnmente para tratar líneas de expresión en la frente, los pliegues conocidos como “patas de gallo” y el entrecejo, es decir, las líneas de expresión que aparecen del tercio del rostro para arriba.

El ácido hialurónico, en cambio, es un producto derivado de azúcares sintetizadas en laboratorio que imita al que se encuentra en nuestro organismo naturalmente. Aunque a esta sustancia sintética se le agregan otras moléculas, a fin de prolongar su efecto en el tiempo. Su consistencia, lo hace ideal como producto para rellenar líneas profundas, restaurar turgencia y volumen, inyectándose en las zonas de la barbilla, labios, pómulos e incluso ojeras, entre otras. Si lo que se pretende es modelar, se puede perfilar o respingar la nariz a través de la rinomodelación.

Ambas sustancias, el Botox como el ácido hialurónico tienen un efecto temporal. No representan soluciones definitivas y requieren ser reaplicadas cada cierto tiempo. El ácido hialurónico se reabsorbe, el organismo dispone de él paulatinamente, mermando su concentración y eliminando gradualmente su efecto. En la mayoría de los casos, el mínimo son 6 meses de duración, llegando hasta 11, o 1 año, en casos particulares. Tiene propiedades hidratantes y reparadoras, razón por la cual distintas formulaciones comerciales contienen este principio activo.

En el caso de la aplicación subcutánea, también obtendremos hidratación en la zona tratada, lo que detendrá el avance de la arruga en cuánto a profundidad, atenuando las líneas de expresión y, en cada nueva aplicación, obtendremos un resultado mejor, digamos que el efecto es temporal, pero a su vez es acumulativo en cuanto a hidratación y reparación de la piel.

Si nuestras arrugas se encuentran en la frente, entrecejo o lateral de los ojos, deberíamos evaluar el uso de Botox. Si, por el contrario están en las zonas cercanas a la nariz, o boca entre otras, aplicaremos ácido hialurónico y, si deseamos turgencia y volumen en nuestros labios, o darle prominencia al mentón, éste último también será nuestro aliado.

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En suma, ambas sustancias cumplen un mismo rol, aunque no lo hagan del mismo modo. No olvides tener en cuenta que también el grado de comodidad que quieras sentir, luego de la aplicación que elijas es un factor importante, también para decidir zambullirnos en estos tratamientos. Hay quienes pueden sentir incomodidad con la parálisis que obtiene del Botox, cosa que no ocurrirá con el ácido hialurónico; en cambio, habrá quien prefiere ese efecto, en lugar de la tensión que produce el ácido, o los efectos que en el organismo produzcan.

Cada persona tendrá reacciones distintas en cuánto a intensidad y otras características y efectos. Es por eso que antes de someterse a cualquier tratamiento mínimamente invasivo habría que evaluar, junto a un especialista calificado, todas las posibles consecuencias y nuestra tolerancia a ellos. Sin obviar que estos efectos son temporales y habrá que reaplicarlas periódicamente.

Por otro lado, si eras de las personas que ya habían pensado en utilizar cualquiera de estos sistemas, y ahora se lo está pensando, quizás prefieras optar por una crema facial con ácido hialurónico y otros tratamientos de uso tópico que también están en el mercado para proporcionarte la mejoría que mereces. Evitándonos, dolor, molestias y cuidando el bolsillo.


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