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¿Existe alguna relación entre la alimentación y el acné?
2:00:00 p.m.
La polémica
respecto de relación entre la alimentación y el acné, aún está vigente. Especialistas
aseguran que no existe tal vínculo; otros son más cautos y no lo niegan ni
aseguran. Entre tanto, los médicos con tendencias holísticas no desestiman
ningún agente, sea físico, psicológico, ambiental, nutricional, etc.
La herencia,
el estrés, y el comportamiento hormonal de nuestro organismo son causas bien
conocidas del acné. Sin embargo y desde siempre, han existido creencias
generalizadas que aseguran que productos ricos en grasas, como la mayonesa,
mantequilla o el chocolate empeoran o producen los terribles “granitos en la
cara”.
No obstante,
estudios recientes demuestran, que en algunos casos, -además de la consabida
predisposición genética- la ingesta de lácteos y/o carbohidratos produce la aparición,
proliferación y comprobarían el enlace entre la alimentación y el acné. Esto se
debe a la carga glicémica que aportan estos alimentos, al organismo.
Un grupo de
pacientes a los que se les indicó una dieta estricta con bajo índice glicémico,
presentó gran mejoría en cuánto a la severidad de sus lesiones por acné. El
resultado que arrojó éste estudio, establece una relación entre productos como
la leche, o sus derivados, y los carbohidratos no complejos como el pan blanco,
las papas y dulces en general, con esta afección. Esto se debe al efecto que
producen los altos índices glicémicos, sobre hormonas como la insulina, entre
otras, y es el impacto de la elevación del éste sobre el metabolismo lo que, en
definitiva, contribuye a empeorar las lesiones y en algunos casos gatilla su
aparición.
El acné es una
patología difícil de tratar. Donde, deberíamos hacer uso de las alternativas tópicas,
como la higiene, las limpiezas periódicas y demás protocolos, sumados al
cuidado o atención nutricional; de modo que podamos aumentar las posibilidades
de evitar tratamientos basados en antibióticos y otro tipo de medicamentos que,
aunque suelen ser muy efectivos durante su administración, no están exentos de
consecuencias indeseables.
Es necesario
precisar que no se aconseja abandonar alimentos de forma arbitraria. No obstante,
es recomendable, para determinar la sensibilidad que existe entre la alimentación
y el acné, el llevar un diario o registro de lo que ingerimos, y de esta forma
conocer las reacciones que producen en las lesiones, o sobre la aparición de
las mismas.
Estos apuntes servirán para orientar al médico, respecto de que alimentos podrían estar siendo
un freno o retroceso en tu evolución. El especialista será entonces el que
decidirá que dieta llevarás, a fin de sumar el factor nutricional al tratamiento
sistémico y/o tópico indicado.
Ahora bien, ¿Quedó
demostrada la relación directa entre la alimentación y el acné? No. Algunos
pacientes, siguiendo una dieta estricta, sólo mostraron mejoría. Si no existe
relación entre la ingesta de estos alimentos y la aparición o severidad de lesiones,
no tiene sentido suspender el consumo de estos productos.
En tal caso,
es válido concluir recordando que nuestros organismos son únicos y no existen
manuales infalibles para todos. Existen agentes potenciales, que pueden ser de
ayuda o perjuicio según cada caso en particular.
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